Hoy hemos comenzado el día cantando y celebrando el cumpleaños de nuestra compañera Patricia que ha soplado velas disfrutando de un delicioso pastelito. ¡Menuda celebración con más de 70 invitados, jajaja!

Durante la mañana nos hemos organizado por equipos y hemos ido haciendo un tour deportivo: voleibol, baloncesto, frisbee, rugby, softball,... El día acompañaba con un sol radiante y una ligera brisa que indicaba cambio.

Después del almuerzo de media mañana hemos realizado un juego de pistas relacionado con la naturaleza, pero nos ha costado mucho encontrar las 30 fichas que debíamos localizar. Menos mal que al final los monitores nos han ayudado. ¡Qué majos!

Tras la comida (arroz con tomate y salchichas con patatas fritas), tuvimos un rato de tiempo libre aunque, rápidamente, el cielo comenzó a cubrirse de nubarrones y se empezaron a escuchar truenos, primero lejanos, que retumbaban en los montes, pero que poco a poco se fueron acercando descargando rayos y abundante lluvia sobre el monasterio.

Aprovechamos entonces para hacer un juego resguardados de la lluvia que se llamaba “El Tetramorfo” y tenía que ver con los cuatro evangelistas. Tras descifrar el mensaje secreto, fuimos a ver la iglesia del monasterio, premonstratense nos han dicho, con un gran arco carpanel bajo el coro, una preciosa imagen de la Virgen del Buen Consejo, un altar dedicado a los mártires del Turón y un tesoro, en el que hemos reconocido en bajorrelieve, escenas de la infancia de Jesús, un Cristo Pantocrátor y el famoso Tetramorfo del juego anterior.

Después de ese rato tranquilo en la iglesia, afortunadamente dejó de llover y aprovechamos, tras merendar, a subir al monte de la cruz. Nos hemos reído mucho con los tropiezos y resbalones y nos hemos llevado algún pinchazo que otro con las hojas de las encinas y retamas que había en la subida. Al llegar a lo alto, hemos contemplado la confluencia de las comunidades autónomas de Castillas y León (provincia de Burgos), País Vasco (provincia de Álava) y La Rioja (antigua provincia de Logroño). También hemos visto desde arriba el monasterio. Lástima no haber visto pasar ningún buitre leonado desde cerca; otros días los veíamos desde abajo y son una pasada.

Al bajar, tras la ducha y un rato de tiempo libre, hemos cenado (sopa de estrellas, san Jacobo y natillas). Después, velada artística con bailes, chistes,... que hemos preparado.

Ya se empieza a escuchar a compañeros que no se quieren ir, que les da pena que se acabe. En fin, ya habrá tiempo de volver alguna vez.

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