Dic

2023


COLEGIO

¡100 años!

¡100 años!

Hoy es una fecha para recordar: 21 de diciembre 1923/2023

CIEN AÑOS DE LA VIRGEN DE LOURDES DE RAMÓN NÚÑEZ

Javier Burrieza Sánchez

Presidente de la Asociación Antiguos Alumnos


En el contexto de la construcción de un nuevo Colegio de Lourdes, con un edificio desde el cual se pretendían racionalizar los antiguos pabellones –se había colocado la primera piedra un 16 de abril de 1923–, se fue edificando uno trasversal, con ladrillo prensado, que habría de satisfacer las muchas necesidades planteadas con la expansión de aquel Colegio de Nuestra Señora de Lourdes que había fundado la dama francesa Paulina Harriet, en enero de 1884: era menester abrir nuevas clases y aulas, dependencias, habitaciones para Hermanos y para los internos, que aumentaban en número. Para aquella nueva fachada había que buscar una obra bella y permanente que representase a la advocación francesa –en aquella casa todo recordaba a Francia– de la Virgen de Lourdes. Una imagen que coronando el edificio, iba a crear una nueva silueta para la ciudad.

Los Hermanos de La Salle tomaron nota del director que había rematado la torre de la Catedral, ese mismo año de 1923 con una gran estatua del Sagrado Corazón de Jesús. Se llamaba Ramón Núñez. Había sido consagrada por el arzobispo Remigio Gandásegui un 24 de junio de 1923. Ramón Núñez no se trataba de un maestro desconocido. Gaditano de San Fernando (1868), fue esencial en su formación artística su llegada a Zamora coincidiendo con el traslado laboral de su padre, que era carabinero. Respondiendo a su vocación artística, entró como aprendiz en el taller del prestigioso imaginero Ramón Álvarez, el cual había renovado los pasos procesionales para la Semana Santa de Zamora desde la segunda mitad del siglo XIX. A la muerte de este maestro, Ramón Núñez prosiguió con una formación académica reglada. Primero en la Escuela de San Fernando de Madrid; desde 1894 fue profesor de Modelado y Vaciado en Santiago de Compostela. A Valladolid llegó en 1911. Se responsabilizó de la cátedra de Modelado de la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos, además de ocupar el cargo de escultor anatómico de la Facultad de Medicina, para elaborar las piezas de marcado carácter didáctico para la formación de los médicos. Dos fueron los lugares donde sabemos que estableció su taller los diecinueve años que vivió en Valladolid. Primero en la calle Cascajares, frente a la Catedral; posteriormente, en la calle Paraíso. Bajo su magisterio se formaron escultores como José Luis Medina, Baltasar Lobo o Antonio Vaquero. Ramón Núñez fue director de la mencionada Escuela.

El Sagrado Corazón no había sido una casualidad. Su realización había sido muy bien recibida por el mencionado arzobispo Gandásegui para su Catedral. Recogía los planes de su antecesor, el cardenal José María de Cos. Además en 1919, se había levantado en el centro geográfico de España, en el Cerro de los Ángeles en Getafe, un gran monumento dedicado a esta devoción ante el cual Alfonso XIII había consagrado el país. Ramón Núñez, en Valladolid, era en esos momentos el escultor de referencia. Anteriormente, había sabido plasmar la creciente devoción por esta advocación mariana francesa en la ciudad –la mencionada Virgen de Lourdes–, nacida de las apariciones ocurridas en 1858 en aquella localidad del entonces segundo Imperio Francés. Para la iglesia de San Ildefonso, la parroquia que fue de Paulina Harriet, había reproducido la gruta original de Francia. Una obra hoy desaparecida, para la cual Ramón Núñez viajó al santuario. Fue ubicada en una capilla lateral de aquel templo, bendecida por el entonces obispo auxiliar Pedro Segura en octubre de 1916. Al año siguiente, el escultor entregó la imagen mariana propiamente dicha que hoy todavía podemos contemplar, en un altar privilegiado, en el nuevo templo que es hoy la parroquia de San Ildefonso. Por lo tanto, el maestro escultor contaba con la experiencia suficiente para saber plasmar esta advocación.

El 20 de noviembre de 1923 llegó al centro el molde de la estatua para que fuese alzada hasta lo alto del nuevo pabellón, cuyas obras se encontraban muy adelantadas. El mencionado visitador provincial del recién creado distrito lasaliano de Valladolid, el H. Cesáreo, las otorgó celeridad, para llegar a esta coronación tan especial. La obra iba a estar realizada en cemento armado. Fue el 21 de diciembre de 1923 cuando la pudieron contemplar todos los alumnos del Colegio, más de cuatrocientos entonces, externos e internos, por vez primera, acompañados del sonido ensordecedor de las bombas y cohetes: “se descubre la imagen de la Santísima Virgen que corona la fachada que da al patio central”, indica la Crónica de la Comunidad. Se soltaron globos y se entonó una canción que entonces era muy conocida: “Cuando yo te contemplo”. Así concluía para el centro el año 1923. Restaba mucho por rematar, concluir, inaugurar y bendecir para el siguiente 1924. Hoy, nosotros, cien años después somos testigos de este recuerdo.